Hemos escuchado muchas veces que México es un país rico en diversidad cultural. Pero, más que un dato estadístico, dicha diversidad cobra vida al escuchar las múltiples lenguas que conviven en nuestro territorio y a través de la riqueza cultural que expresa cada obra de arte tradicional ligada a una comunidad e historia.
Reconocer el importante valor que posee el arte tradicional implica asumir que en México coexisten diferentes comunidades con distintas cosmovisiones del mundo, las cuales proyectan lo que les es significativo, les da identidad y pertenencia a través de su comida, fiestas, rituales y su arte. Por lo que cuidar, otorgar un trato digno, promover y difundir el trabajo de los artistas tradicionales significa también valorar, conocer y respetar otras formas de vida, otras expresiones culturales.
El arte tradicional posee una función un tanto diferente de la que le asignamos al arte que solemos ver en muchos museos, en los que suelen exhibirse obras más relacionadas con la perspectiva del arte europeo. Las artes tradicionales están insertas en el núcleo de la vida social, cultural, cotidiana y afectiva de las comunidades, el espacio en el que habitan y se exhiben suele ser el lugar en donde nacen, los materiales que se utilizan para su elaboración nos acercan al entorno natural y social en el que se crean. No son sólo objetos utilitarios y decorativos, sino significativas creaciones que funcionan como medios para vincularse con saberes ancestrales, dialogar con el pasado desde el presente y conservar la memoria colectiva.
El arte tradicional se manifiesta y materializa de muchas formas. En el poblado indígena de Cuentepec, Morelos, las mujeres trabajan el barro desde que son niñas y cuecen sus piezas mientras echan tortillas al comal. Hay familias completas que se dedican a crear, como los Netzahualcoyotl, quienes desde 1898 trabajan en su taller textil en Tlaxcala con técnicas de tejido y teñido de colores que datan del México prehispánico como: añil y grana cochinilla. Y no olvidemos el arte huichol en Nayarit, los alebrijes de Oaxaca y CdMx, la cestería seri en Sonora, los tambores ceremoniales en Chihuahua, el bordado a mano en Campeche, la alfarería y cerámica mayólica de Aguascalientes. Estos son solo unos pocos ejemplos entre las muchas expresiones de arte tradicional que existen en nuestro país.
La mejor forma de acercarse a este arte es visitando los lugares en los que se produce, conocer sus procesos de creación y adentrarse en la cultura que les da vida, ya que dentro de cada pieza de arte tradicional late el corazón de toda una familia y de un pueblo.
Conoce más sobre el trabajo de los artistas tradicionales en México, visitando los siguientes sitios web y museos:
Museo Nacional de las Culturas Populares: https://museoculturaspopulares.gob.mx/
Museo de Arte Popular:
Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO): https://www.facebook.com/MuseoMorelensedeArtePopular/?locale=es_LA
Taller Netzahualcoyot:
https://www.netzahualcoyotl.org/